Shinya Yamanaka y John B. Gurdon, japonés y británico respectivamente, son los ganadores en 2012 del Premio Nobel de Medicina, dotado con 10 millones de coronas suecas (aproximadamente un millón de euros). Les ha sido concedido el prestigioso galardón gracias a sus asombrosos aportes al desarrollo y la re-programación celular.
Gracias a estos dos investigadores hemos descubierto que existen algunas células especializadas que pueden re-programarse para ser de nuevo inmaduras y sin especializar, la cualidad de las llamadas células madre que son capaces de convertirse en cualquier tejido del cuerpo humano.
Las implicaciones de esto son muy grandes ya que esa re-programación significa dar marcha atrás al reloj biológico de la célula, lo que han demostrado en experimentos con ratones en el caso de Yamanaka y ranas en el de Gurdon.
Este avance hace que se puedan conseguir células inmaduras, no solo de los cordones umbilicales de recién nacidos, sino de adultos, por lo que constituye un avance radical en todo tipo de enfermedades y terapias.